Conversando con unos amigos, alguien hizo mención de un mal momento que estaba pasando con su trabajo, otra persona le respondió – no te preocupes cuando las cosas no me funcionan, es porque lógicamente algo habré hecho mal, así que cuando eso me pasa lo que hago es volver a lo básico.
Este amigo lleva esto a tal nivel que hace esto aun cuando signifique hacer cosas de principiante, luego cuando las cosas vuelven a funcionar encuentra nuevos caminos para obtener resultados.
En lo personal he hecho eso en varias ocasiones y me ha resultado, el único requisito es tener la actitud mental correcta.
En esa misma conversación otra persona hizo mención del dicho ese que reza “cuando una puerta se cierra otra se abre” y si no entonces “le das de patadas a la puerta que se cerró hasta que se habrá otra vez”
Desde el enfoque de esa conversación (aspecto laboral en una empresa) no estaba en ese momento de acuerdo con esa afirmación ni lo estoy hoy día. Veamos:
“Cuando una puerta se cierra, otra se abre”
Las puertas no se cierran solas, siempre hay algo que ocasiona esa acción, una injusticia, un recorte de personal, ya no le caes bien a alguien, etc.
En resumen, ya no te necesitan o no requieren tus servicios.
Y así como una puerta no se cierra sola, tampoco pasa lo mismo con la acción contraria, es decir, abrirse, para esto también se requiere acción, reinventarse o como dicen los militares, retroceder para avanzar.
“Le das de patadas a la puerta que se cerró hasta que se habrá otra vez”
Si te cerraron una puerta por equis razón, como entonces va uno a insistir en abrir esa puerta nuevamente y no se trata de un mero orgullo o amor propio, sino de la oportunidad de ponerte a prueba.
Todos tenemos capacidades que hemos explorado y mucho menos explotado, por lo tanto, es más fácil tomar el camino de menos resistencia.
¿Qué implica ese camino? En muchos casos una falsa sumisión a lo que en apariencia es seguro y estable. Honestamente, esa forma de pensar me enferma.
Combinando acciones: volver a lo básico para abrir puertas
Llevando esto a un punto de vista de personal. Las puertas las abre y las cierra uno mismo con la actitud que se tiene ante los cambios de circunstancias a los que nos enfrentamos día a día.
Por ejemplo, como ahora estoy en un nivel superior, ya no hago tal o cual cosa aun cuando uno se dé cuenta de que no se están obteniendo los resultados esperados.
Eso es cerrar una puerta, ahora bien, volver a lo básico para encontrar una mejor manera de lograr los objetivos es abrir una puerta.
En conclusión, cuando las cosas dejan de funcionar, ¿no sería mejor volver a lo básico para encontrar la puerta a un camino más productivo?
Claro está, para lograrlo hay ver el hecho de volver a lo básico como una oportunidad para fortalecer nuestras bases.
Cuando se cierra una puerta, resista la tentación de ceder a lo “seguro” más bien ponga a prueba sus talentos no explorados.
Y lo más importante mantenga una actitud mental positiva en todo momento, de ahí vendrán las fuerzas en los momentos difíciles.