Un árbol de acacia en una plaza oculta, rodeado de edificios altos y una fuente. Debajo del árbol hay una pareja sentada en una banca, mirándose con amor y sonriendo. La imagen representa un poema de amor prohibido inspirado en el árbol.

Esta es una historia contada en forma de poema de amor prohibido en la que se narra como un árbol fue el confidente de una relación cuestionada por la sociedad.

Aquel árbol

Sigue erguido, el testigo de un amor prohibido,
su sombra le dio cobijo,
sus ramas fueron el abrazo de un cómplice celestino,
sus hojas retuvieron infinitos, te amo,
incontables, te quiero.

Un fuerte verano tiro las hojas al suelo,
el viento las hizo desaparecer muy, muy lejos,
quedó marchito aquel árbol viejo.

Pasó el tiempo y aquel árbol se hizo nuevo,
sus ramas no son cómplices
y su abrazo ahora es sincero,
y en cada hoja,
hay verdaderos, te amo
y sinceros te quiero.

No importa cuantos veranos le azoten,
ni cuantas veces sus hojas caigan al suelo,
ni que el viento se las lleve lejos,
como ese árbol yo también me hice nuevo.

Un poema de amor censurado

Si el amor es a escondidas es más sabroso”

Eso decía la mamá de un compañero de estudios. Según ella, no había nada como la emoción de hacer algo indebido a escondidas. El temor a ser descubierto, según su forma de ver el mundo, eran cosas que le daban sabor a la vida.

En esa época, tendría entre 15 y 16 años de edad. Siempre que iba a visitar a mi amigo, la señora se paseaba en camisón. Yo era una tierna e inocente criatura que no entendió que la señora se me estaba insinuando, como Anne Bancroft a Dustin Hoffman en la famosa película El graduado.

Obviamente, con el tiempo entendí. Así que decidí escribir sobre el tema. Debo aclarar que hay un poco de realidad y de ficción en este poema de amores en secreto.

Poema de amor prohibido

¿Existe la amistad entre hombre y mujer?

Mi respuesta a esta pregunta es: probablemente no. Los seres humanos tenemos una atracción innata entre los sexos, por lo que somos tantos en el mundo. Así que lo que hoy es una bonita amistad, mañana puede ser un gran amor o algo peor.

Y de eso va la historia de este poema de amor prohibido. De una amistad que no respetó los límites que se habían puesto, ya que uno de ellos no debía tener una relación más allá de este terreno.

¡El diablo es puerco!

No es que ahora la culpa sea del diablo; es cierto que si no se pone cuidado, poco a poco podemos ir cediendo a cosas que no nos creíamos capaces de hacer, y así rutinas inocentes fueron dando paso a sentimientos inapropiados.

Las conversaciones ocasionales, que ahora eran algo de todos los días, la visita mensual pasó a ser semanal, luego diaria, y al final necesaria. Todo fue escalando.

Quizás fue como dice la Biblia, se dejaron llevar por el corazón que es traicionero, o tal vez fueron sus deseos egoístas, o incluso puede que los haya seducido lo mismo que a la señora mencionada al principio:

“Hacer algo indebido a escondidas, tan solo por sentir la adrenalina de no ser descubierto”

Como podrán intuir, esto acabó mal. Aunque con el tiempo, con mucha lucha y amor del bueno, las cosas se estabilizaron, pero solo, por un lado, ya que por el otro una amistad se perdió para siempre.

Comentarios finales de este poema de amor en las sombras

Quizás la lección más importante que se puede extraer de este poema es que en la vida tenemos el regalo del amor, y como tal, lo debemos tratar con el debido cuidado para que no se corrompa en cualesquiera de las formas que este tiene.

Y esta es la historia de cómo un amor de amigos acabó resumida en un poema de amor prohibido.

Me gustaría saber tu opinión sobre este poema de amor prohibido y también aprovecho para invitarte a leer mis antipoemas que están influenciados por la obra del poeta chileno Nicanor Parra.

Además, si también disfrutas de los medios audiovisuales te invito disfrutar de mis antipoemas en mi canal de Youtube elantiypoeta

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Un comentario

  1. El árbol viejo que muere fertiliza la tierra para que broten los árboles nuevos.
    La vida es una acumulación de experiencias. Unas sirven para enseñarnos que la vida no acaba, aunque termine la experiencia de turno que hará posible otras.

    Un placer leerte poeta.

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